Parece que China lleva camino de verdad de aquel dicho que yo oía de pequeño de que “esperar el día que China despierte”. No se sí China ha despertado o de que forma ha despertado , de lo que vemos o nos dejan ver, de lo que nos enseñan o nos ocultan. De sí en mi barrio compran todos locales, con que dinero, siempre me pregunto. El caso es que parecen estar de moda. Entre Juegos olímpicos, bolsos”Gucci”, monjes apaleados y demás, han llegado dos muestras de arte chino a Barcelona. Reconozco que todavía no las he visto, espero que este post me “obligue” a ir a verlas, pero de verdad que me interesan un montón. Y es que China con esa lejanía oriental, con su diferencia única a nivel político, con esa cantidad de gente tan grande , con esa diferencia cultural, con ese posible cambio, no se adonde y si es mejor, pues me atrae. Prometo contar en que ha quedado la visión que tenía después de verlas.
Con Rojo aparte, la Fundació Joan Miró ofrece un amplio panorama del arte chino más reciente a partir de los fondos de la colección de arte chino contemporáneo más exhaustiva del mundo, formada por Uli y Rita Sigg. Dicha colección, de aspiración institucional, cuenta con obras de todos los estilos y de los artistas más importantes que han surgido en China desde la época del Realismo Socialista hasta nuestros días. Esta colección pionera de primerísimo orden y de proporciones museísticas, ha permitido realizar una selección con el objeto de contribuir a un mejor conocimiento de un fenómeno artístico que ha acaparado la atención del mundo del arte en los últimos años.
Zhù Yì! Fotografía actual a China Palau de la Virreina
Zhù Yì, palabra tomada del chino mandarín, se centra en su traducción más literal, ‘atención’, con el propósito de darnos a conocer qué es lo que ven los jóvenes artistas chinos en sus ciudades, qué añoran en ellas, qué les ha marcado, aquello que les preocupa, sus sueños…
Zhù Yì! Fotografía actual en China es una invitación a descubrir la nueva China a través de la selección de 109 obras creadas entre 1994 y 2006 por los 31 artistas que participan en esta exposición. Los artistas seleccionados confrontan los usos de la historia y de la realidad de la globalización hoy en día.
Tras el estricto control ideológico de la Revolución Cultural, el arte chino comenzó a revivir durante los años 80, destacó a mediados de los 90 y es ahora, con esta nueva generación, cuando ha evolucionado y mira hacia el pasado como un objeto exótico, enlazando posibles peligros y disfrutes de una cultura global con una carga de fervor irónico y lacónico.
Pendientes de la vida diaria y de la alineación en las ciudades del futuro, cuando la vulnerabilidad a los ataques atómicos y terroristas es cada vez mayor, los artistas chinos conviven con otro peligro detectado: la creciente sensación de vacío que genera la incontrolable fiebre consumista que surge de este proceso.Unas veces con melancolía a causa de cierta idea de un pasado mítico, y otras veces con el optimismo de quien es consciente de estar entrando en una etapa nueva, aparentemente próspera, en esta exposición ellos reflejan la complejidad de las influencias culturales y el modo en que éstas pueden ser proyectadas, dosificando la belleza y la pasión en sus trabajos.
Los artistas seleccionados para esta muestra utilizan temas coincidentes o reiteran ideas bajo formas estéticas que adquieren carácter propio de la mano de cada uno de ellos. Todos ellos comprometidos con la sociedad china, plasman distintos tipos de preocupaciones en cada una de sus fotografías. Con estilos diversos, son un referente de lo que ocurre en este país, del que tenemos una visión tan deformada e incompleta.
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